domingo, 11 de diciembre de 2011


CRÓNICA DEL CENTENARIO

Era un domingo en la tarde, a eso de las 4:00 pm, cuando mi papá y yo empezamos a conversar y llegamos al tema de nuestra ciudad, de todo lo que ha escuchado,  vivido y visto con respecto a la evolución y crecimiento de Pereira.

Me comenzó a contar que anteriormente como la ciudad era tan pequeña, mi abuelo (William López) fue uno de los ciudadanos que ayudo en la construcción de la villa olímpica, esto sucedió en el año 1961 aproximadamente,  gracias al padre Antonio José Valencia, Los pereiranos se contagiaron de civismo y del espíritu emprendedor necesario para motivar el crecimiento de la ciudad, ellos para recoger parte del dinero necesario para la obra hicieron varios bailes, uno en el club campestre, un festival en el zoológico Matecaña al cual fueron unas 10 mil personas y otro en la caseta que se estableció en el terreno donde hoy está el edificio de seguros Bolívar, que era el antiguo Rialto. Después formaron un convite con el fin de remover gran cantidad de tierra para crear lo que es hoy el estadio, el velódromo y las piscinas olímpicas que ahora todos disfrutamos.

También me relato sobre el día en que se encontraba estudiando en el colegio Deogracias Cardona, donde cursaba el primero de bachillerato, eran las 2:00pm de un jueves de mayo del año 1963, él tenía 11 años, cuando se propago la noticia de que en unas cuadras más abajo en el parque Olaya herrera había llegado la tan anhelada estatua del bolívar desnudo, que construyo en México el gran artista antioqueño Rodrigo Arenas Betancur, él en ese entonces vivía allá.


La estatua del Bolívar desnudo hacia la plaza 
Fotografía: Carlos Drews.



La estatua había sido despacha desde México hasta el puerto de Buenaventura, de donde fue enviado hacia Pereira en un vagón de carga especialmente adaptado perteneciente al ferrocarril del pacífico de ese entonces, llegando al parque Olaya herrera en horas de la tarde. Me dijo que muchos pereiranos pudieron observar   la magnífica estatua, aunque en ese momento solo se podía ver el bolívar montado en el caballo que tenía la pata delantera quebrada. Ya que la base es decir el pedestal había sido enviado en otro tren, debido a su peso.

Entre los pereiranos se presentaba la discusión de si debían colocarla en el emblemático parque Olaya herrera o bien en el parque bolívar, para en ese momento ya ser el principal parque de Pereira. Después de muchas consideraciones se optó por el último, donde lo podemos ver hoy en día.




Estos acontecimientos donde los pereiranos se encontraban unidos y tomaban decisiones juntos, nos llevan a conocer, valorar y querer más nuestra ciudad, pues aún cuenta con voluntad de progreso y desarrollo como en el resto de Colombia

No hay comentarios:

Publicar un comentario